1. Escuchando las repercusiones que está teniendo la renuncia de Felisa Miceli, veo que la oposición se está afilando los colmillos. Ayer por ejemplo Gerardo Morales (y lo nombro sólo para ejemplificar) dijo algo así como que ahora que la echaron por corrupta, había que aprovechar y cambiar varias políticas del ministerio, como por ejemplo las retenciones. Están tratando de entrarle al gobierno a través de los pecados de sus funcionarios, pero con el fin de reorientar las políticas. No dejemos que mezclen los tantos: el hecho de que un funcionario esté implicado en un hecho de corrupción no significa que su ejercicio en la función pública tenga que ser impugnado. Esta manera de hacer oposición ya la habíamos planteado en este post.
2. Este sería un tema importante para meter en la campaña electoral.
3. Miren la tapa de Clarín de ayer. Bien grande "la iglesia pide que haya más diálogo tras las elecciones". Sin embargo no hay mención alguna al juicio que se está llevando a cabo al ex-capellán policial Christian Von Wernich (que en realidad demuestra la complicidad entre los genocidas y la iglesia).Héctor Timerman declaró ayer y pidió que también se juzguen a los funcionarios civiles que colaboraron con la usurpación armada al Estado. Me pregunto si no pudieron pedirle a la iglesia una opinión sobre el juicio ya que estaban ahí escuchando como pedían "más diálogo". Es una vergüenza.
4. Me pregunto por qué la prensa se la agarra tanto con Miceli y Picolotti y tan poco con De Vido. Menos mal que ya se solucionó el tema de los sobreprecios de más del 100% en Skanska.
5. ¿Se acuerdan de esto? Según la vicegobernadora bonaerense, Graciela Giannettasio, la actitud que iba adoptar el Senado "va a ser de repudio y absoluto desprecio". Algo similar dijo Felipe Solá, agregando que la vetaría él mismo en caso de ser aprobada. Bueno, parece que el absoluto desprecio no es tan absoluto.
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